Desde
los orígenes de la especie humana el altruismo y la solidaridad han
hecho que nuestra especie evolucionara. Sin el sacrificio, la
dedicación y ayuda de unos pocos, no habríamos llegado a estar en
la cúspide del reino animal, o al menos eso dicen, que es donde nos
encontramos.
Tenemos
un ejemplo aquí cerquita de solidaridad y altruismo, en Atapuerca
(Burgos), donde se han encontrado restos humanos (de los más
antiguos encontrados hasta ahora en el mundo), con deformidades
craneales, que sería imposible que sobrevivieran por sí mismos, y
restos óseos de ancianos sin dentición, que sin la ayuda de sus
congéneres no podrían haber llegado tan lejos.
También
tenemos ejemplos de solidaridad entre los animales, aunque algunos
estudios los descarten como acciones de altruismo. Pero hay muchos
ejemplos, los delfines nadan junto a sus congéneres debilitados o
enfermos y les empujan hacia la superficie para que puedan respirar,
o, quién no ha oído historias de estos animales, que han salvado a
personas poniéndose de barrera entre uno de los mayores depredadores
de los océanos, los tiburones.
Otros
animales, se enfrentan a depredadores feroces, para proteger a una
cría, y no especialmente las madres, a las que se les supone un
instinto de protección hacia sus cachorros grabado en los genes,
sino otros adultos, que los defienden para salvarlos.
Los
ejemplos son muchos, adopciones de animales de una especie distinta,
monos que comparten su comida con los menos favorecidos, o los monos
vervet, que emiten diferentes sonidos de alerta dependiendo del tipo
de depredador, un sonido si es un águila, su mayor enemigo, otro si
es una serpiente y uno más si es otro tipo de depredador como un
leopardo
(es
decir, tienen un “código lingüístico”). Se exponen a sí
mismos, para que el grupo pueda escapar. El altruismo, la cooperación
y la solidaridad tienen beneficios a largo plazo, y eso lo saben
hasta los animales.
Estudios
recientes
de Universidades
notables, como la de Stanford
o Harvard
en EEUU, nos
hablan de la importancia del altruismo.
Nos
dicen que las
personas altruistas tienen
mayores
niveles de bienestar y felicidad, evitando el estrés, la ansiedad y
la depresión,
porque al centrarnos en los demás, no nos miramos tanto al ombligo,
relativizando nuestros problemas. En este estudio, también nos
cuentan, que las
personas solidarias y altruistas (como los voluntarios), que dan
parte de su tiempo a los demás, aumentan
su esperanza de vida.
Uno
de los requisitos para ser voluntario es no recibir remuneración
alguna, pero siempre me acuerdo de lo que dijo una persona del
Servicio de Mediación Vecinal , en unas Jornadas que se realizaron
en Rivas el día 5 de diciembre de 2013 (día del voluntariado):
“los
voluntarios realizan su labor gratis, es decir que no cobran un
sueldo, pues bien os voy a confesar que nosotros sí que cobramos,
pero en otro tipo de moneda, cobramos en satisfacciones, en alegrías,
en reconocimientos....porque no hay mayor compensación, que el
momento en que unos vecinos que vinieron al servicio con un problema
y que no se hablaban por ello, después de una mediación salgan
estrechándose la mano y charlando amigablemente".
Haciéndome
eco de estas palabras, los
voluntarios sí que cobramos,
cobramos
un salario de satisfacciones personales,
y
ahora
según estos estudios, nos han aumentado el sueldo,
ya
que aumentamos nuestra esperanza de vida, somos más felices y
evitamos el estrés, entre otros beneficios.
El
Servicio de Mediación Vecinal, en Rivas Vaciamadrid, es un servicio
llevado por voluntarios, con el respaldo de nuestro ayuntamiento
desde el año 2006.
Mª
Jesús Chaveinte, mediadora vecinal voluntaria