lunes, 1 de diciembre de 2014

LIBERACIÓN A TRAVÉS DE LA MEDIACION


-         LIBERACIÓN  A  TRAVÉS  DE  LA  MEDIACIÓN -

¿Qué ocurre cuando una persona tiene un conflicto con alguien de su entorno y no encuentra la manera de resolverlo? Normalmente se instala en esa persona una inquietud que le impide estar cómodo, a gusto, y condiciona su satisfacción personal, incluso profesional, y su vida.

Si el problema surge con alguien que vive al lado, la situación a veces se convierte en una losa; y la gran inversión en dinero e ilusión que supone la compra de una casa se convierte en un motivo de frustración. Cuando la situación llega a un punto en el que interviene un juez es que la situación no tiene retorno; pero ¿Realmente una sentencia judicial elimina el problema y mejora la situación?

Las personas somos seres increíblemente creativos, capaces de lo peor, pero también de lo mejor. Si un tercero dice cómo hay que resolver un problema entre personas, aunque sea respetando la ley; hay muchas posibilidades de que las personas afectadas guarden una lista de agravios que volverán a poner de manifiesto a la menor ocasión; sencillamente porque no han podido sacarla durante el juicio.

Esta situación tan cotidiana, parece que es antigua, muy antigua; tanto que hace siglos se resolvió con una figura: la mediación. En otros artículos del blog se cuenta un poco como ha sido su historia, pero ¿Cómo es una mediación?

Pues una mediación comienza con la preparación específica del mediador, porque con sólo buena voluntad el mediador no puede hacer mucho; enseguida las partes creen que da la razón uno o al otro, o no conduce el diálogo de forma conveniente y todo el intento de solución se malogra.

Hay mediadores naturales, cierto; en los pueblos la figura del Juez de Paz es un ejemplo, pero ¿qué habilidades tiene que tener un mediador? Son muchas las convenientes, y todas van dirigidas a fomentar el diálogo, pero si tuviésemos que elegir serian: saber escuchar y preguntar;  e incluso hablar lo justo, y ya puestos, saber utilizar los silencios. Los protagonistas son las partes, nunca el mediador.

¿Cómo hacer una mediación? El mediador pregunta inicialmente a las partes por separado su versión de la situación, y a veces se encuentra que las partes tienen identificado el mismo problema y otras que el problema para uno o para el otro es distinto. Aquí el mediador ( y durante todo elproceso) no tiene que dar ni quitar la razón sólo intentar comprender cómo se sienten las partes y qué es lo que ha ocurrido. Una vez que se han desahogado, hay que evaluar si el asunto es mediable o no; la mayoría de las situaciones lo son. Uno de los momentos cruciales de la mediación es convencer a quien no ha tomado la iniciativa de mediar, de que se avenga a hablar.

 

¿Y dónde se desarrolla el diálogo? Siempre en un terreno neutral. El número de veces que hay que reunirse puede variar, pero con tres o cuatro sesiones en total es suficiente para llegar a un acuerdo o para desistir. En este caso es conveniente recordar los avances que se han logrado aunque no se llegue a un acuerdo definitivo.

Cuando se ha informado a las partes de cómo se va a desarrollar el diálogo, pues dejar claro las reglas (dejar hablar, establecer turnos, respeto etc.) es esencial, comienza lo importante: el diálogo.

El mediador suele hacer un resumen muy corto de la situación y pregunta si están conformes con la descripción del problema. El mediador va a comenzar evitando palabras tales como problema, conflicto etc. Y comienza a usar diferencia, controversia etc. Pregunta quién quiere comenzar primero y recuerda las reglas.

Conducir la mediación va a requerir saber llevar a las partes a sacar las emociones, a poner de manifiesto cómo se han sentido, cómo se  sienten y cómo les gustaría sentirse. Hasta que no se “vacíen emocionalmente”, no van a ser capaces de crear soluciones y alcanzar acuerdos.

Centrar a las partes en las soluciones y no permitir que vuelvan a enredarse en analizar situaciones que no aportan soluciones, sólo puntos de vista diferentes, es una habilidad esencial; pues tampoco se puede cortar radicalmente ese diálogo si es importante expresarse para una de la partes. Es esencial manejar los tiempos y aclarar el camino a la mejor solución para todos.

 

Centrar el diálogo en la mejor solución para todos, es la labor del mediador. Son las partes y sólo ellas las que deben decidir cómo es la solución.

Cuando dos o más partes encuentran una solución a una situación de conflicto se sienten liberados (resolutio significa liberación, lo re-suelto), pues se liberan de una situación que los tenía atrapados; y eso hace posible que las personas puedan estar más satisfechas. Incluso felices. Lo que no es poco.

 

 

Celia Butrón

Mediadora y Abogada

Voluntaria del Servicio de Mediación Vecinal de Rivas-vaciamadrid.

 

 

 

 

sábado, 1 de noviembre de 2014


Escuchando al cuerpo

 

En el servicio de Mediación Vecinal  que se viene prestando  en nuestro municipio desde hace varios años, son utilizadas  por parte de mediadoras y mediadores,  una serie de tácticas dirigidas a mejorar la intervención en los procesos de mediación vecinal, como es, la atención al  lenguaje no verbal en dichos  procesos.

El cuerpo tiene su propio lenguaje, es un idioma calado instintivo y de naturaleza adaptadora, pero tan expresivo que comunica mucho más que las palabras porque existía antes de que el lenguaje hablado existiera. Los expertos estiman que en una conversación el 65 por ciento de la comunicación  se produce de forma no verbal, las palabras son el 35 por ciento restante, aun así, influye más el tono y los matices que las palabras mismas, estas pueden llegar a engañar pero los gestos corporales son inequívocos.

Siendo este lenguaje muy valioso en la mediación ya que nos ayuda a aprender sobre nosotros mismos, a mejorar las relaciones con los demás y también a saber más de nuestro interlocutor, por lo que se convierte en una herramienta de comunicación imprescindible para nuestro servicio, ya que el mediador o mediadora  solo se presta al dialogo con las parte, orientando y acompañando la iniciativa  en la solución de su conflicto a través del mismo, mediante la utilización del dialogo y la  comunicación  como principal herramienta, mediante la cual el mediador /a tiende puentes de comunicación entre los vecinos/as afectados por el conflictos.

Por ello los mediadores y mediadoras del servicio de mediación vecinal,  siendo conocedores de la importancia del contacto visual en la comunicación, se muestran extremadamente cuidadosos con la equidad en su lenguaje corporal y con enviar exactamente las mismas señales no verbales a ambos interlocutores durante el proceso de mediación, poniendo así de manifiesto  el interés por los mensajes que nos trasmiten las personas implicadas en dicho proceso y favoreciendo con ello la búsqueda de alternativas que ayuden a la resolución del conflicto que les preocupa, acompañándoles para que encuentren la vía de solución de los mismos .

 

 

Yolanda Martin-Alameda Benlliure

miércoles, 1 de octubre de 2014

LOS BENEFICIOS DEL ALTRUISMO, LA SOLIDARIDAD Y EL VOLUNTARIADO


Desde los orígenes de la especie humana el altruismo y la solidaridad han hecho que nuestra especie evolucionara. Sin el sacrificio, la dedicación y ayuda de unos pocos, no habríamos llegado a estar en la cúspide del reino animal, o al menos eso dicen, que es donde nos encontramos.

Tenemos un ejemplo aquí cerquita de solidaridad y altruismo, en Atapuerca (Burgos), donde se han encontrado restos humanos (de los más antiguos encontrados hasta ahora en el mundo), con deformidades craneales, que sería imposible que sobrevivieran por sí mismos, y restos óseos de ancianos sin dentición, que sin la ayuda de sus congéneres no podrían haber llegado tan lejos.
También tenemos ejemplos de solidaridad entre los animales, aunque algunos estudios los descarten como acciones de altruismo. Pero hay muchos ejemplos, los delfines nadan junto a sus congéneres debilitados o enfermos y les empujan hacia la superficie para que puedan respirar, o, quién no ha oído historias de estos animales, que han salvado a personas poniéndose de barrera entre uno de los mayores depredadores de los océanos, los tiburones.

Otros animales, se enfrentan a depredadores feroces, para proteger a una cría, y no especialmente las madres, a las que se les supone un instinto de protección hacia sus cachorros grabado en los genes, sino otros adultos, que los defienden para salvarlos.
Los ejemplos son muchos, adopciones de animales de una especie distinta, monos que comparten su comida con los menos favorecidos, o los monos vervet, que emiten diferentes sonidos de alerta dependiendo del tipo de depredador, un sonido si es un águila, su mayor enemigo, otro si es una serpiente y uno más si es otro tipo de depredador como un leopardo
(es decir, tienen un “código lingüístico”). Se exponen a sí mismos, para que el grupo pueda escapar. El altruismo, la cooperación y la solidaridad tienen beneficios a largo plazo, y eso lo saben hasta los animales.

Estudios recientes de Universidades notables, como la de Stanford o Harvard en EEUU, nos hablan de la importancia del altruismo. Nos dicen que las personas altruistas tienen mayores niveles de bienestar y felicidad, evitando el estrés, la ansiedad y la depresión, porque al centrarnos en los demás, no nos miramos tanto al ombligo, relativizando nuestros problemas. En este estudio, también nos cuentan, que las personas solidarias y altruistas (como los voluntarios), que dan parte de su tiempo a los demás, aumentan su esperanza de vida.

Uno de los requisitos para ser voluntario es no recibir remuneración alguna, pero siempre me acuerdo de lo que dijo una persona del Servicio de Mediación Vecinal , en unas Jornadas que se realizaron en Rivas el día 5 de diciembre de 2013 (día del voluntariado): 

“los voluntarios realizan su labor gratis, es decir que no cobran un sueldo, pues bien os voy a confesar que nosotros sí que cobramos, pero en otro tipo de moneda, cobramos en satisfacciones, en alegrías, en reconocimientos....porque  no hay mayor compensación, que el momento en que unos vecinos que vinieron al servicio con un problema y que no se hablaban por ello, después de una mediación salgan estrechándose la mano y charlando amigablemente".

Haciéndome eco de estas palabras, los voluntarios sí que cobramos, cobramos un salario de satisfacciones personales, y ahora según estos estudios, nos han aumentado el sueldo, ya que aumentamos nuestra esperanza de vida, somos más felices y evitamos el estrés, entre otros beneficios.

El Servicio de Mediación Vecinal, en Rivas Vaciamadrid, es un servicio llevado por voluntarios, con el respaldo de nuestro ayuntamiento desde el año 2006.




Mª Jesús Chaveinte, mediadora vecinal voluntaria


lunes, 1 de septiembre de 2014

¿Somos buenos oyentes?

Todas las personas a la pregunta ¿Eres buen oyente? suelen contestar, claro que si. 

Si tú eres una de esas personas que se declara buen oyente vamos a repasar las pautas de un buen oyente y ya tu mismo sacas tus propias conclusiones.

Cuidar la expresión corporal.

Un buen oyente hace contacto visual con su interlocutor, tiene una postura más bien inclinada hacia adelante y se encuentra con los hombros y las caderas de frente al hablante. 
No está con los brazos cruzados, ni recostado sobre el respaldo de la silla y mucho menos sujetándose la cabeza apoyado en la mesa.

Dominar las distracciones momentáneas.

Puedes ser de los que parece que estas escuchando pero tu mente está llevandote a otros pensamientos relacionados o no con el tema que está tratando el hablante. Tenemos que dirigir la mente al tema del que nos están hablando y mantener la concentración.

Hablar y escuchar es incompatible.

Debemos controlar nuestra boca. Si hablamos no estamos escuchando. Para poder escuchar hay que estar callado. Hay personas a las que les encanta oir su voz y simplemente no se dan cuenta que no dejan hablar a los demás.

Eliminar prejuicios.

Esta quizás es una de las pautas más difíciles, ya que los prejuicios forman parte de nosotros, no conseguiremos eliminarlos por completo pero si mantenerlos a raya. Al escuchar, hagámoslo independientemente de lo que pensamos sobre la persona que habla, escuchemos lo que dice no quien lo dice, seguro descubriremos y aprenderemos más.

Evitar sacar conclusiones anticipadas.

Muchas personas tienen la costumbre de sacar conclusiones anticipadamente, antes que el hablante diga lo que tiene que decir. Ese comportamiento muchas veces provoca que la persona que habla se sienta invadida y no continue con su relato. Es un error bastante común, muchas personas lo hacemos.

Si ya somos buenos oyentes y practicamos estas pautas en nuestras situaciones de comunicación diaria podemos mejorar si además seguimos las siguientes recomendaciones:

Mientras estamos escuchando, hagamos saber a la persona que habla que la estamos escuchando con un monosílabo o un asentimiento con la cabeza, con una frase "entiendo lo que me dices", "comprendo lo te pasa". Parafraseando o repitiendo lo que escucho. Reflejando sus sentimientos con una frase como "imagino como te sientes"

Ser buen oyente es cuestion de práctica, todos podemos ser tan buenos oyentes como nos propongamos.


Viviana Cisneros
Mediadora vecinal de Rivas



domingo, 1 de junio de 2014

COMPARTIENDO PUENTES DE DIALOGO

Desde este blog, herramienta de comunicación del Servicio de Mediación Vecinal de Rivas Vaciamadrid, venimos hablando en distintas ocasiones sobre este Servicio de Mediación dirigido a la ciudadanía de nuestro municipio y como hemos comentado en anteriores artículos dicho servicio forma parte del denominado Voluntariado Social, por lo que debemos enmarcarlo en el contexto del llamado Tercer Sector el cual en los últimos tiempos ha vivido un auge notorio. En España, de las 11.000 ONGs (Organizaciones No Gubernamentales) que existen actualmente dedicadas a la acción social, sólo un 18% estaban ya constituidas en 1980. Las nuevas necesidades sociales han influido en este desarrollo de redes sociales, comités, asociaciones, fundaciones y diversos tipos de entidades y servicios cuyo objetivo es dar respuesta a los nuevos retos sociales.
El voluntariado social es una forma de entender la vida, una actitud que busca construir una sociedad más humana, incluyente y, ante todo, solidaria. Tiene su fundamento en la conciencia de que somos interdependientes y que nuestro destino está de algún modo ligado al destino de las demás personas. Tiene la motivación y la esperanza de que esta realidad no es inmutable y que nuestra actuación, por pequeña que sea, provocará cambios en la sociedad, siempre compleja y dinámica. El voluntariado social posee también un aspecto intuitivo, que nos dice simplemente que su existencia es una muestra en estos tiempos de la fe en el ser humano y sus infinitas posibilidades.
Esta forma de entender el mundo , este deseo de construir una sociedad más humana y este convencimiento de que nuestra actuación por pequeña que sea puede contribuir a mejorar la sociedad en la que vivimos, son objetivos que compartimos y unen al grupo de Mediación vecinal con otras muchas entidades que también desarrollamos su actividad en la CASA DE ASOCIACIONES, entre las que se encuentra la Asociación Intertiempo de Rivas con la que hemos compartido gran parte de nuestra andadura y que este mes de Mayo celebra el XX encuentro de Usuarios/as del Banco del Tiempo , por lo que desde aquí queremos felicitar a la asociación Intertiempo de Rivas por el excelente trabajo realizado en distintos ámbitos de nuestro municipio, y con la que deseamos seguir compartiendo y celebrando futuros encuentros de usuarios/as, de este banco que es el único BANCO que conozco que no quiere mi dinero solo mi tiempo .
¡Felicidades a todos los usuarios y usuarias!




Yolanda Martin-Alameda Benlliure
MEDIADORA


jueves, 1 de mayo de 2014

UNA CIUDAD EDUCADORA ES UNA CIUDAD MEDIADORA

La Asociación Internacional de Ciudades Educadoras está compuesta por 471 ciudades de todo el mundo.

La Red Española de esta organización (RECE) incluye a 168 ciudades gobernadas por diferentes partidos políticos y coaliciones y durante el periodo 2013-2015 está coordinada por la ciudad de Rivas Vaciamadrid.

Todas estas ciudades están unidas y vinculadas por la Carta de Ciudades Educadoras cuyos principios asumen cuando pasan a formar parte de esta organización internacional, incorporándolos a su quehacer cotidiano con el objetivo de conseguir que las ciudades constituyan una sociedad del conocimiento sin exclusiones, promoviendo la igualdad de oportunidades, enriqueciendo a sus habitantes formándoles a lo largo de toda la vida, y en definitiva, consiguiendo una ciudadanía democrática plena y preparada para hacer frente a los retos del siglo XXI.

La ciudad se convierte en marco y agente educador que permite formar a personas sensibles, tanto en sus deberes como en sus derechos y es, por lo tanto, escuela de ciudadanía.

La mediación es una herramienta valiosa para educar en la igualdad, la responsabilidad, el diálogo y la convivencia ciudadana.

Un ciudad educadora que utiliza la mediación en cualquiera de sus facetas (vecinal, familiar, escolar, intergeneracional, etc.) es una ciudad inteligente en sus enseñanzas y democrática en sus comportamientos.

A esta tarea contribuye el servicio de mediación vecinal de Rivas Vaciamadrid compuesto por voluntarios formados en mediación y que ofrecen un servicio gratuito, neutral, voluntario, confidencial y respetuoso con las partes.

“Es mejor dialogar sin resolver, que resolver sin compartir la solución”

Carmen Rebollo

Voluntaria del Servicio de Mediación Vecinal

martes, 1 de abril de 2014

El valor del acuerdo.

La mediación como método alternativo y/o complementario a la resolución judicial de los conflictos, tiene una serie de virtudes que no se sustraen al resto de los distintos medios de resolución alternativa de los mismos y que conocemos bajo el acrónimo anglosajón ADR, (Alternative Dispute Resolutions ó Amicable Dispute Resolutions).
Los ADR ó en castellano MASC, (Medios Alternativos de Solución de Conflictos) comprenden, además de la mediación, el arbitraje, la negociación, la conciliación, la transacción y de modo general, la nueva visión del derecho desde un punto de vista colaborativo.
Todos éstos medios tienen un ventajoso común denominador, frente al tradicional sistema judicial de resolución de controversias; se basan en la autonomía de la voluntad de las partes, es decir, recogen como principio informador, la importancia de la voluntariedad y la libre disposición de las partes.
Es indudable que la mediación no es un sistema de gestión de conflictos de nueva creación. Su práctica es tan antigua como la humanidad. Desde la noche de los tiempos la mediación ha sido utilizada por diferentes y variadas culturas: Mesopotamia, China, Japón ó etnia gitana, éstos últimos han dirimido, y siguen haciéndolo en la actualidad, las desavenencias entre sus miembros a través del más anciano de su comunidad, y que de forma individualizada se conoce con el nombre de “arreglador”. Existen estudios antropológicos sobre distintas tribus africanas y australianas que sugieren que la mediación ya era conocida en la Antigüedad, así como en otras culturas y civilizaciones como China. En las tribus referidas, los conflictos son vividos más como una crisis del grupo que como temas personales ó individuales. Se entiende que los conflictos entre personas debilitan los lazos de solidaridad y la solidez de la comunidad y por lo tanto son un problema que todo el grupo está interesado en resolver. En China, curiosamente, la pictografía que se utiliza para designar la palabra “conflicto” sirve al mismo tiempo para significar “posibilidad” u “oportunidad”.
Algo que igualmente no pasa desapercibido en nuestra cultura mediadora occidental, ver el conflicto como posibilidad nueva de enfoque y oportunidad de cambio, así como un acercamiento de la justicia a la armonización de la comunidad, en nuestro caso vecinal. En nuestro país, por ejemplo existen desde tiempos antiguos instituciones o personas con funciones mediadoras: el Tribunal de las Aguas de Valencia; el Hombre Bueno en Cataluña y un largo etcétera.
La causa de tan larga y variopinta tradición mediadora, a lo largo de la historia y a través de distintas culturas y civilizaciones, subyace bajo mi punto de vista, en el verdadero VALOR que dicho medio autocompositivo de resolución de conflictos comporta.
Valor superior sobre cualquiera de las otras virtudes que se conocen y en las que no me voy a detener a analizar en ésta reflexión: me refiero a las demás características propias de la mediación, (rapidez, economía, tiempo…etc) todas indubitadamente ventajosas. Pero quiero poner hoy el acento en que, consiguiendo el acuerdo, éste es por sí suficiente para cifrar el verdadero valor del mismo, su transcendencia -su virtud más excelsa-, así como su auténtico y verdadero significado, todo ello por el profundo calado que tal significación contiene.
Me refiero al VALOR DEL ACUERDO, título de la presente reflexión, y que tiene su origen en esa autonomía de las partes antedicha. A través de la creación de ese espacio facilitador para la gestión relacional que supone la mediación, el mediador no deja de ser un constructor de nuevas oportunidades, ya que a partir de su impulso, siempre imparcial y neutral, cede dicho espacio a sus verdaderos protagonistas, quiénes a la hora de resolver ó dirimir sus conflictos, recurren a él por ser una forma de resolución que supone una mayor diligencia de parte, con menor coste tanto emocional como económico para los intervinientes. Si además, la mediación culmina con éxito, mediante acuerdo consensuado entre partes, el valor del acuerdo adquiere su verdadero significado a través de la importancia y el debido valor de la palabra dada, el verdadero compromiso de cumplirla y la responsabilidad ética que ello conlleva en los individuos que toman parte en la misma, construyendo entre todos una sociedad mejor, más justa, más madura, responsable y comprometida, cuyos miembros se responsabilizan de sus propios comportamientos basados en acuerdos y compromisos consensuados para una mejor convivencia, más pacífica y respetuosa con el medio, las circunstancias y “el otro”. Todo ello supone un exitoso resultado a la vista de la pretensión de la que debe partirse siempre en mediación: como es el equilibrio entre las partes. Esto que entendemos por equidad, es decir, el mutuo respeto y reciprocidad entre titulares de intereses legítimos. La justicia, como equidad, tiene ya en Aristóteles el mérito de haber llevado a la teoría de la justicia un mayor acento social, algo que conlleva de forma inherente la mediación y el derecho colaborativo en general, actual dirección que debe tomar la justicia rumbo a la sociedad del siglo XXI.
Es por ello que el mediador construye plataformas de futuro, consiguiendo aportar un valor añadido a la voluntariedad y libre disposición de las partes, ya que siempre que éstas alcancen un compromiso o acuerdo consensuado, el valor del acuerdo será sinónimo de verdadera justicia social, contribuirán a construir una sociedad más armónica y equitativa, menos conflictiva, más responsable y colaborativa, comprometida con la paz social, basada en la solidaridad, el entendimiento en la diversidad y respeto mutuos.


Mario Rivas Clemot
Abogado/Mediador Civil, Mercantíl, Laboral y de las Organizaciones.
Voluntario del Servicio de Mediación Vecinal de Rivasvaciamadrid.








sábado, 1 de marzo de 2014

Del diálogo nace la solución


La campaña “Del dialogo nace la solución”, puesta en marcha por la Fundación Mediara de la Junta de Andalucía, para “fomentar” el uso de la mediación y así resolver extrajudicialmente conflictos, ha llegado a más de 100.000 personas en Andalucía, esta campaña que se ha dado a conocer el pasado día 21 de Enero con motivo de la celebración del Día Internacional de la Mediación y me ha gustado tanto por eslogan de la campaña que me gustaría fuera tenido en cuenta para incorporarlo en el futuro como eslogan de nuestro servicio en Rivas-Vaciamadrid.
No tengo los datos estadísticos de Rivas respecto a los conflictos que han llegado a la Policía Local o Juzgado, sobre posible denuncias, tanto vecinales como mercantiles de pequeña cuantía, para lo que la mediación podría servir como alternativa a las demandas judiciales.
La mediación como medio extrajudicial para la resolución de conflictos, es mucho menos dramática, más barata y probablemente más rápida y no descarta otras vías. No es lo mismo verse en un proceso judicial con abogados, procuradores, jueces y policías con sus respectivas esperas y retrasos, además de la tensión que pueda provocar el solo hecho de estar en un recinto o inmueble de las características de un juzgado, que hacerlo de forma voluntaria, racional y con el consenso de todas las partes.
Debemos intentar divulgar e interiorizar tanto de forma individual como colectivamente, unos conceptos de mínimos para la Mediación y deberíamos saber transmitir mensajes cortos pero impactantes, como entre otros:
  • Es amistoso y voluntario para el usuario
  • Es un proceso flexible
  • Es neutral e imparcial
Problablemente se podrían encontrar muchas más definiciones pero creo que a veces unas frases cortas y directas suelen ser más efectivas para llegar a la población.
La Mediación es un proceso que amparado en lo establecido en R.D. por el que se desarrollan determinados aspectos de la Ley 5/2012 del 6 de Julio de Mediación en Asuntos Civiles y Mercantiles que permiten la prevención y resolución de desavenencias, disputas, conflictos y pequeños litigios con rapidez y privacidad, siempre que exista la voluntad de ambas partes y utilizando la ayuda de un Mediador especializado, que puede ser voluntario o profesional, que es una figura neutral, ayudando a los intervinientes en los conflictos a llegar a un acuerdo ventajoso para ambas partes.
“Para hablar es preciso saber escuchar”. Esta frase no de ahora, se le atribuye al escritor griego Plutarco allá por el siglo I, pero está en plena vigencia XX siglos después, sobre todo para la resolución de conflictos de Mediación.
Rivas, a 1 de Marzo de 2014

Ino BARRAGÁN ORTIZ

sábado, 1 de febrero de 2014

La Mediación Vecinal en Rivas y sus objetivos

 Cuando damos tanta importancia a la mediación vecinal alguien puede preguntarse si Rivas es un pueblo especialmente conflictivo y por eso necesita de la mediación. La respuesta es un NO ROTUNDO. Simplemente, hay diferentes formas de gestionar la vida social y comunitaria de un pueblo, la mediación es una de ellas.
Mediadores han existido siempre, desde los albores de la humanidad, ya en la mitología griega nos encontramos dioses mediadores…esa persona neutral y pacificadora a la que se acude a pedir ayuda en la confianza de que le dará un nuevo punto de vista al conflicto y que ayudará a las partes a salir de la encrucijada en que se hayan envueltos.
En las últimas décadas se han producido muchos e increíbles avances tecnológicos en las formas de comunicación, Internet…; paradójicamente observamos que actualmente muchos problemas tienen su origen en la incomunicación entre las personas. En referencia al orden judicial también hemos experimentado grandes avances, hemos construido un sistema judicial ¿justo?, con unos jueces ¿justos? cuya función es la de impartir justicia. Pero les hemos cargado con tanto trabajo que últimamente no dan abasto. Hemos colapsado la justicia de tal modo que es incapaz de llegar a todos los litigios que le llegan. La justicia sufre estrés. ¿Quizá sea que hemos delegado demasiados conflictos en esta institución?.
Pues bien, en el ámbito vecinal hemos observado que la mayoría de conflictos vecinales no solo no se arreglan denunciando en la vía judicial, sino que lejos de solucionarse lo que se consigue en muchas ocasiones es deteriorar las relaciones entre los vecinos y que se vuelvan a repetir más disputas en el futuro. ¿Que mi vecina/vecino me ha denunciado?, pues no sabe lo que le espera, ahora sí que se va a enterar! ¿Que el juez le ha dado la razón?, claro… con mentiras y llevando testigos falsos, así se puede, … pues ahora verá!
Sin embargo, en mediación la reacción sería bien distinta: ¡¡Ya no sé como hablar con mi vecino!! Es que no me escucha! Lo he intentado todo, pero nada!! He llamado a su puerta y no me abre!! ¡¡ imposible comunicarse!! ¡Así no se pueden arreglar las cosas!. “Voy a pedir ayuda al Servicio de Mediación, ellos nos ayudarán a que recuperemos la capacidad de hablar en un ambiente cordial y tendremos la oportunidad de ver el problema que nos acucia desde un punto de vista más amplio!! NO PERDEMOS NADA, el mediador nos escuchará sin juzgarnos, y nosotros con su ayuda podremos buscar soluciones que nos convenzan!! Y PODEMOS GANAR MUCHO”.
En Rivas, un grupo de personas (mediadores vecinales voluntarios) pensamos que los vecinos y vecinas son lo suficientemente maduros para ser capaces de elegir y decidir la mejor solución a sus problemas vecinales, sin la necesidad de acudir a un juez les imponga una sentencia. Además estamos convencidas de que, cuando conozcan las múltiples ventajas de la mediación, preferirán arreglar sus problemas con la ayuda de un mediador, eligiendo libre y responsablemente la solución.
En Rivas, cuando una vecina o vecino abre el buzón de su casa y se encuentra con una carta donde se le invita a participar en un proceso de mediación, automáticamente pensará que uno de sus vecinos le está pidiendo arreglar un asunto que le incomoda y que como no se siente capaz de encontrar la solución sin ayuda, es por ello que ha acudido a mediación. Es un acto amable, cívico, pacífico, maduro y responsable.
Nuestro Servicio de Mediación Vecinal es “un lugar” a donde acuden las personas con la intención de buscar solución a un conflicto que tienen entre vecinas y vecinos, y cuando llegan encuentran confianza y se transforman… porque allí no es necesario mentir, nadie les juzga; allí no es necesario gritar, todos se escuchan y se hablan con respeto y todos se sienten escuchados. Allí, no pierden nada y tienen mucho que ganar.
No sé si en la emoción de escribir sobre mediación vecinal me he olvidado de recalcar los objetivos: Nos proponemos que todos los ripenses conozcan una forma de resolver sus conflictos vecinales rápida, económica, amigable, que busca recuperar el diálogo, que busca mejorar las relaciones y les hace mejores personas, porque cuando la conozcan no buscarán otra.
Nuestra meta es hacer calar en nuestro pueblo la cultura de la mediación, llegar a ser ejemplo de una sociedad madura y responsable, capaz de hablar y discutir y solucionar desavenencias desde el respeto. Puede resultar utópico, pero estamos convencidos de que otro mundo mejor es posible. María Maqueda, mediadora vecinal voluntaria.

En Rivas,a 1 de febrero de 2014. 

miércoles, 1 de enero de 2014

Curso de formación 2013 y nueva etapa.

Durante los meses de Marzo y Abril de 2013, organizado por el Ayuntamiento de Rivas-Vaciamadrid, el grupo de Mediación tuvo un curso de formación abierto también a toda la ciudadanía.

El objetivo del curso era poner en conocimiento de todos participantes los conceptos y herramientas, tanto sociológicas como psicológicas, para la mediación en todo tipo de conflictos, haciendo especial hincapié en la mediación vecinal.

El curso tuvo una gran concurrencia de ciudadanos interesados en el tema y al finalizar el mismo todos tuvieron la oportunidad de incorporarse al grupo de mediación voluntariamente.

Reunión mensual Noviembre 2013
A partir del mes de Junio, los nuevos mediadores empezaron a introducirse en el servicio y algunos de ellos ya han ejercido las tareas de mediación. Estas nuevas incorporaciones han renovado la ilusión del grupo en la tarea y están aportando renovadas energías. 

La formación es una tarea contínua en el grupo, ya que en temas como son las herramientas psicológicas, nunca se termina de aprender. Para ello, mantenemos reuniones periódicas del grupo en las cuales se intercambian todo tipo de información y experiencias que faciliten ese aprendizaje contínuo.