sábado, 1 de febrero de 2014

La Mediación Vecinal en Rivas y sus objetivos

 Cuando damos tanta importancia a la mediación vecinal alguien puede preguntarse si Rivas es un pueblo especialmente conflictivo y por eso necesita de la mediación. La respuesta es un NO ROTUNDO. Simplemente, hay diferentes formas de gestionar la vida social y comunitaria de un pueblo, la mediación es una de ellas.
Mediadores han existido siempre, desde los albores de la humanidad, ya en la mitología griega nos encontramos dioses mediadores…esa persona neutral y pacificadora a la que se acude a pedir ayuda en la confianza de que le dará un nuevo punto de vista al conflicto y que ayudará a las partes a salir de la encrucijada en que se hayan envueltos.
En las últimas décadas se han producido muchos e increíbles avances tecnológicos en las formas de comunicación, Internet…; paradójicamente observamos que actualmente muchos problemas tienen su origen en la incomunicación entre las personas. En referencia al orden judicial también hemos experimentado grandes avances, hemos construido un sistema judicial ¿justo?, con unos jueces ¿justos? cuya función es la de impartir justicia. Pero les hemos cargado con tanto trabajo que últimamente no dan abasto. Hemos colapsado la justicia de tal modo que es incapaz de llegar a todos los litigios que le llegan. La justicia sufre estrés. ¿Quizá sea que hemos delegado demasiados conflictos en esta institución?.
Pues bien, en el ámbito vecinal hemos observado que la mayoría de conflictos vecinales no solo no se arreglan denunciando en la vía judicial, sino que lejos de solucionarse lo que se consigue en muchas ocasiones es deteriorar las relaciones entre los vecinos y que se vuelvan a repetir más disputas en el futuro. ¿Que mi vecina/vecino me ha denunciado?, pues no sabe lo que le espera, ahora sí que se va a enterar! ¿Que el juez le ha dado la razón?, claro… con mentiras y llevando testigos falsos, así se puede, … pues ahora verá!
Sin embargo, en mediación la reacción sería bien distinta: ¡¡Ya no sé como hablar con mi vecino!! Es que no me escucha! Lo he intentado todo, pero nada!! He llamado a su puerta y no me abre!! ¡¡ imposible comunicarse!! ¡Así no se pueden arreglar las cosas!. “Voy a pedir ayuda al Servicio de Mediación, ellos nos ayudarán a que recuperemos la capacidad de hablar en un ambiente cordial y tendremos la oportunidad de ver el problema que nos acucia desde un punto de vista más amplio!! NO PERDEMOS NADA, el mediador nos escuchará sin juzgarnos, y nosotros con su ayuda podremos buscar soluciones que nos convenzan!! Y PODEMOS GANAR MUCHO”.
En Rivas, un grupo de personas (mediadores vecinales voluntarios) pensamos que los vecinos y vecinas son lo suficientemente maduros para ser capaces de elegir y decidir la mejor solución a sus problemas vecinales, sin la necesidad de acudir a un juez les imponga una sentencia. Además estamos convencidas de que, cuando conozcan las múltiples ventajas de la mediación, preferirán arreglar sus problemas con la ayuda de un mediador, eligiendo libre y responsablemente la solución.
En Rivas, cuando una vecina o vecino abre el buzón de su casa y se encuentra con una carta donde se le invita a participar en un proceso de mediación, automáticamente pensará que uno de sus vecinos le está pidiendo arreglar un asunto que le incomoda y que como no se siente capaz de encontrar la solución sin ayuda, es por ello que ha acudido a mediación. Es un acto amable, cívico, pacífico, maduro y responsable.
Nuestro Servicio de Mediación Vecinal es “un lugar” a donde acuden las personas con la intención de buscar solución a un conflicto que tienen entre vecinas y vecinos, y cuando llegan encuentran confianza y se transforman… porque allí no es necesario mentir, nadie les juzga; allí no es necesario gritar, todos se escuchan y se hablan con respeto y todos se sienten escuchados. Allí, no pierden nada y tienen mucho que ganar.
No sé si en la emoción de escribir sobre mediación vecinal me he olvidado de recalcar los objetivos: Nos proponemos que todos los ripenses conozcan una forma de resolver sus conflictos vecinales rápida, económica, amigable, que busca recuperar el diálogo, que busca mejorar las relaciones y les hace mejores personas, porque cuando la conozcan no buscarán otra.
Nuestra meta es hacer calar en nuestro pueblo la cultura de la mediación, llegar a ser ejemplo de una sociedad madura y responsable, capaz de hablar y discutir y solucionar desavenencias desde el respeto. Puede resultar utópico, pero estamos convencidos de que otro mundo mejor es posible. María Maqueda, mediadora vecinal voluntaria.

En Rivas,a 1 de febrero de 2014.