lunes, 1 de septiembre de 2014

¿Somos buenos oyentes?

Todas las personas a la pregunta ¿Eres buen oyente? suelen contestar, claro que si. 

Si tú eres una de esas personas que se declara buen oyente vamos a repasar las pautas de un buen oyente y ya tu mismo sacas tus propias conclusiones.

Cuidar la expresión corporal.

Un buen oyente hace contacto visual con su interlocutor, tiene una postura más bien inclinada hacia adelante y se encuentra con los hombros y las caderas de frente al hablante. 
No está con los brazos cruzados, ni recostado sobre el respaldo de la silla y mucho menos sujetándose la cabeza apoyado en la mesa.

Dominar las distracciones momentáneas.

Puedes ser de los que parece que estas escuchando pero tu mente está llevandote a otros pensamientos relacionados o no con el tema que está tratando el hablante. Tenemos que dirigir la mente al tema del que nos están hablando y mantener la concentración.

Hablar y escuchar es incompatible.

Debemos controlar nuestra boca. Si hablamos no estamos escuchando. Para poder escuchar hay que estar callado. Hay personas a las que les encanta oir su voz y simplemente no se dan cuenta que no dejan hablar a los demás.

Eliminar prejuicios.

Esta quizás es una de las pautas más difíciles, ya que los prejuicios forman parte de nosotros, no conseguiremos eliminarlos por completo pero si mantenerlos a raya. Al escuchar, hagámoslo independientemente de lo que pensamos sobre la persona que habla, escuchemos lo que dice no quien lo dice, seguro descubriremos y aprenderemos más.

Evitar sacar conclusiones anticipadas.

Muchas personas tienen la costumbre de sacar conclusiones anticipadamente, antes que el hablante diga lo que tiene que decir. Ese comportamiento muchas veces provoca que la persona que habla se sienta invadida y no continue con su relato. Es un error bastante común, muchas personas lo hacemos.

Si ya somos buenos oyentes y practicamos estas pautas en nuestras situaciones de comunicación diaria podemos mejorar si además seguimos las siguientes recomendaciones:

Mientras estamos escuchando, hagamos saber a la persona que habla que la estamos escuchando con un monosílabo o un asentimiento con la cabeza, con una frase "entiendo lo que me dices", "comprendo lo te pasa". Parafraseando o repitiendo lo que escucho. Reflejando sus sentimientos con una frase como "imagino como te sientes"

Ser buen oyente es cuestion de práctica, todos podemos ser tan buenos oyentes como nos propongamos.


Viviana Cisneros
Mediadora vecinal de Rivas