La mediación debe ser un
valor social, que se ponga en marcha desde una actitud por parte de todos, ya
sea desde la familia, la profesión, el colegio,, instituciones varias, o el día
a día de cada uno.
Si entre todos y todas se
fomenta la cultura de la mediación como forma de actuar ante un conflicto
cotidiano (y fomentando una buena comunicación y respeto por el otro), poco a
poco la sociedad notará un incremento del pacifismo y serenidad en las relaciones
sociales y por tanto una mayor felicidad social, pensando en todos sus
miembros, tanto colectivos como individualmente.
Por lo tanto me parece muy
interesante conocer e investigar acerca de infinidad de proyectos, que aunque
no se basen en la mediación como concepto, si en los valores que esta promueve.
Me gustaría por eso, hoy
aquí en nuestro blog, dar a conocer para quien le pueda interesar conocer el proyecto de la ciudad de los niños
de Francesco Tonucci.
La ciudad
En las últimas décadas, debido a la elección del ciudadano
adulto y trabajador como parámetro de desarrollo y de cambio, la ciudad ha
perdido una de sus características originarias, la de ser un lugar de encuentro
e intercambio entre las personas. Ha renunciado a los espacios públicos que
como punto de encuentro y de intercambio eran imprescindibles. Los patios, las
aceras, las calles y las plazas han adquirido cada vez más, funciones asociadas
al automóvil y al comercio, quitándoselas a los ciudadanos. La ciudad ha
renunciado a ser un espacio compartido y sistémico, en el cual cada parte
necesita de las otras, para destinar espacios definidos a funciones y clases
sociales diversas, construyendo guetos y zonas privilegiadas, vaciando los
centros históricos dando vida a las modernas periferias. Las ciudades se han
modificado y se han transformado en un ambiente malsano para la salud, debido a
la contaminación atmosférica y acústica, a que están sucias y son peligrosas.
El costo que pagan los niños
La imposibilidad de satisfacer las necesidades primarias de los
niños, como por ejemplo la experiencia de jugar con sus amigos sin ser
controlados por los adultos, en los años en los que se construye la
personalidad del hombre y de la mujer, tiene un precio personal y social muy
alto, que perjudica la formación de adultos serenos, responsables y
conscientes.
Las soluciones privadas como recurrir a la defensa personal( las puertas blindadas, los sistemas de alarmas), acompañar a los niños en coche o el aumento de los bienes, no ofrece una solución adecuada a las exigencias de los más pequeños, que frecuentemente se exponen a largo periodos de soledad. Es preciso pensar en soluciones sociales que impliquen un cambio real de la ciudad , de sus características estructurales y del comportamiento de los ciudadanos.
Las soluciones privadas como recurrir a la defensa personal( las puertas blindadas, los sistemas de alarmas), acompañar a los niños en coche o el aumento de los bienes, no ofrece una solución adecuada a las exigencias de los más pequeños, que frecuentemente se exponen a largo periodos de soledad. Es preciso pensar en soluciones sociales que impliquen un cambio real de la ciudad , de sus características estructurales y del comportamiento de los ciudadanos.
Cambiar
el parámetro
Los niños desde pequeños, son capaces de
interpretar y de expresar sus propias necesidades y contribuir al cambio de su
ciudad. Sus necesidades coinciden con las de la mayor parte de los ciudadanos,
sobre todo con las de los más débiles. Vale la pena darles la palabra,
llamarlos a participar, porque quizás en su nombre y por su bienestar, es
posible pedir a los ciudadanos adultos los cambios que difícilmente estarían
dispuestos a aceptar y a promover por otros motivos.
Este proyecto propone, cambiar el parámetro y pasar del adulto, hombre trabajador, al niño: se trata de conseguir que la Administración baje sus ojos hasta la altura de un niño, para no perder de vista a nadie. Una ciudad adecuada a los niños es una ciudad adecuada para todos.
Es una propuesta transversal que implica a todos los sectores de la Administración, por ello se confía al alcalde y a todos los miembros de la Junta.
Este proyecto propone, cambiar el parámetro y pasar del adulto, hombre trabajador, al niño: se trata de conseguir que la Administración baje sus ojos hasta la altura de un niño, para no perder de vista a nadie. Una ciudad adecuada a los niños es una ciudad adecuada para todos.
Es una propuesta transversal que implica a todos los sectores de la Administración, por ello se confía al alcalde y a todos los miembros de la Junta.
Textos extraidos de: “Desarrollo de los hábitos de autonomía
personal” de José Carlos Cantón Hernández , y la pagina web http://www.lacittadeibambini.org/spagnolo/interna.htm, la ciudad de los niños
Rivas-Vaciamadrid, 1 de Noviembre 2015 Tatiana Gago
Voluntaria Servicio de Mediación Vecinal